56. Lc 11,24-26). Entonces surgirá tu luz como la aurora» (58,7-8). [36] Homilía en la Misa de la Casa Santa Marta (11 noviembre 2016): L’Osservatore Romano (12 noviembre 2016), p. 8. El mundano ignora, mira hacia otra parte cuando hay problemas de enfermedad o de dolor en la familia o a su alrededor. Hans U. von Balthasar, “Teología y santidad”, en Communio 6 (1987), 486-493. Los «gnósticos» tienen una confusión en este punto, y juzgan a los demás según la capacidad que tengan de comprender la profundidad de determinadas doctrinas. Jn 17,3). 4-5: «Tanto el individualismo neo-pelagiano como el desprecio neo-gnóstico del cuerpo deforman la confesión de fe en Cristo, el Salvador único y universal». La Palabra tiene en sí el poder para transformar las vidas»[119]. Sin embargo, a veces tenemos la tentación de relegar la entrega pastoral o el compromiso en el mundo a un lugar secundario, como si fueran «distracciones» en el camino de la santificación y de la paz interior. Dar y perdonar es intentar reproducir en nuestras vidas un pequeño reflejo de la perfección de Dios, que da y perdona sobreabundantemente. 150. No es así. Todos estamos llamados a ser testigos, pero «existen muchas formas existenciales de testimonio»[11]. Por otra parte, san Juan Pablo II nos recordó que «el testimonio ofrecido a Cristo hasta el derramamiento de la sangre se ha hecho patrimonio común de católicos, ortodoxos, anglicanos y protestantes»[8]. [5] Conc. Select a size, the embed code changes based on your selection. El Concilio Vaticano II lo destacó con fuerza: «Todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre»[10]. Por lo tanto, ser santos no significa blanquear los ojos en un supuesto éxtasis. Esa ofrenda expresa una imitación ejemplar de Cristo, y es digna de la admiración de los fieles[2]. El problema es que esto se degeneró sutilmente, de manera que el mismo error de los gnósticos simplemente se transformó, pero no fue superado. No quitemos valor a la oración de petición, que tantas veces nos serena el corazón y nos ayuda a seguir luchando con esperanza. De otro modo, todas nuestras decisiones podrán ser solamente «decoraciones» que, en lugar de exaltar el Evangelio en nuestras vidas, lo recubrirán o lo ahogarán. [122] S. José Gabriel del Rosario Brochero, Plática de las banderas, en Conferencia Episcopal Argentina, El Cura Brochero. Twitter to get awesome Powtoon hacks, Capítulo segundo: El gnosticismo actual. De ese modo encuentra que la vida tiene sentido socorriendo al otro en su dolor, comprendiendo la angustia ajena, aliviando a los demás. Y mientras estamos hablando y suspirando por ella [la sabiduría], llegamos a tocarla un poco con todo el ímpetu de nuestro corazón […] de modo que fuese la vida sempiterna cual fue este momento de intuición por el cual suspiramos»[106]. Vat. Es tal el bombardeo que nos seduce que, si estamos demasiado solos, fácilmente perdemos el sentido de la realidad, la claridad interior, y sucumbimos. Quisiera insistir que esto no es solo para pocos privilegiados, sino para todos, porque «todos tenemos necesidad de este silencio penetrado de presencia adorada»[112]. Menos aún si cae en un espíritu de derrota, porque «el que comienza sin confiar perdió de antemano la mitad de la batalla y entierra sus talentos. [91] Exhort. ap. 101. Saúde universal: para todos, em todos os lugares; Ressurreição: a exaltação da minha pessoa no amor; Um domingo de 50 dias; Mercado, Estado e os economistas; A mãe como um ser de cuidados paliativos; A força do diálogo entre leigos, presbíteros e epí. Pr 26,11). Es una gracia que necesitamos suplicar: «Señor, cuando lleguen las humillaciones, ayúdame a sentir que estoy detrás de ti, en tu camino». Pero aun fuera de la Iglesia Católica y en ámbitos muy diferentes, el Espíritu suscita «signos de su presencia, que ayudan a los mismos discípulos de Cristo»[7]. [103] Exhort. 112. En algún momento tendremos que percibir de frente la propia verdad, para dejarla invadir por el Señor, y no siempre se logra esto si uno «no se ve al borde del abismo de la tentación más agobiante, si no siente el vértigo del precipicio del más desesperado abandono, si no se encuentra absolutamente solo, en la cima de la soledad más radical»[28]. Lamento que a veces las ideologías nos lleven a dos errores nocivos. En medio de esta vorágine actual, el Evangelio vuelve a resonar para ofrecernos una vida diferente, más sana y más feliz. 1. Es la memoria agradecida de la que también habla san Ignacio de Loyola en su «Contemplación para alcanzar amor»[116], cuando nos pide que traigamos a la memoria todos los beneficios que hemos recibido del Señor. Así, quizá sin advertirlo, esta ideología se alimenta a sí misma y se enceguece aún más. Porque la felicidad es paradójica y nos regala las mejores experiencias cuando aceptamos esa lógica misteriosa que no es de este mundo, como decía san Buenaventura refiriéndose a la cruz: «Esta es nuestra lógica»[125]. Esto no se entiende naturalmente y el mundo se burla de semejante propuesta. 104. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. [49] Cf. También en la vida del pueblo peregrino hay muchos gestos simples de pura adoración, como por ejemplo cuando «la mirada del peregrino se deposita sobre una imagen que simboliza la ternura y la cercanía de Dios. Homilías sobre la carta a los Romanos, IX, 11: PG 60, 470. Hay que perderle el miedo a esa presencia que solamente puede hacernos bien. Cuando sientas la tentación de enredarte en tu debilidad, levanta los ojos al Crucificado y dile: «Señor, yo soy un pobrecillo, pero tú puedes realizar el milagro de hacerme un poco mejor». Por ejemplo: una señora va al mercado a hacer las compras, encuentra a una vecina y comienza a hablar, y vienen las críticas. Sin embargo, eso no debe llevarnos a simplificar tanto la realidad diciendo que todos los casos narrados en los evangelios eran enfermedades psíquicas y que en definitiva el demonio no existe o no actúa. San Pablo invitaba a los romanos a no devolver «a nadie mal por mal» (Rm 12,17), a no querer hacerse justicia «por vuestra cuenta» (v.19), y a no dejarse vencer por el mal, sino a vencer «al mal con el bien» (v.21). 38. Seguramente, los acontecimientos decisivos de la historia del mundo fueron esencialmente influenciados por almas sobre las cuales nada dicen los libros de historia. El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios, porque «fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente»[3]. Así lo reflejan algunas comunidades santas. El pequeño detalle de la viuda que ofreció sus dos moneditas. Es verdad que «a quienes sueñan con una doctrina monolítica defendida por todos sin matices, esto puede parecerles una imperfecta dispersión»[39]. Porque el poder que los gnósticos atribuían a la inteligencia, algunos comenzaron a atribuírselo a la voluntad humana, al esfuerzo personal. Se requieren fuerza y valentía para resistir las tentaciones del diablo y anunciar el Evangelio. A todos los que en la Iglesia tienen la posibilidad de una formación más alta, san Juan Pablo II les advertía de la tentación de desarrollar «un cierto sentimiento de superioridad respecto a los demás fieles»[41]. Si no queremos sumergirnos en una oscura mediocridad no pretendamos una vida cómoda, porque «quien quiera salvar su vida la perderá» (Mt 16,25). Lucas no habla de una pobreza «de espíritu» sino de ser «pobres» a secas (cf. El Catecismo de la Iglesia Católica también nos recuerda que el don de la gracia «sobrepasa las capacidades de la inteligencia y las fuerzas de la voluntad humana»[57], y que «frente a Dios no hay, en el sentido de un derecho estricto, mérito alguno de parte del hombre. Por eso Jesús llama felices a los pobres de espíritu, que tienen el corazón pobre, donde puede entrar el Señor con su constante novedad. "On the lips of the catechist the first proclamation must ring out over and over: 'Jesus Christ loves you; he gave his life to save you; and now he is living at your side every day to enlighten, strengthen and free you'...". San Basilio Magno remarcaba que el fiel se gloría solo en Dios, porque «reconoce estar privado de la verdadera justicia y que es justificado únicamente mediante la fe en Cristo»[54]. Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó y serás fiel a tu propio ser. Esto ocurre cuando algunos grupos cristianos dan excesiva importancia al cumplimiento de determinadas normas propias, costumbres o estilos. Concédeme la salud del cuerpo, con el buen humor necesario para mantenerla. «¡Salta de gozo, Sión; alégrate, Jerusalén! [118] V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento de Aparecida (29 junio 2007), 259. El camino de la santidad es una fuente de paz y de gozo que nos regala el Espíritu, pero al mismo tiempo requiere que estemos «con las lámparas encendidas» (Lc 12,35) y permanezcamos atentos: «Guardaos de toda clase de mal» (1 Ts 5,22). En la Iglesia muchas veces nos hemos equivocado por no haber acogido este pedido de la Palabra divina. 4,21.33; 5,13) mientras algunas autoridades los acosaban y perseguían (cf. Entonces, no se trata de desalentarse cuando uno contempla modelos de santidad que le parecen inalcanzables. Porque la vida divina se comunica «a unos en una manera y a otros en otra»[13]. 159. Pero también puede implicar reproducir en la propia existencia distintos aspectos de la vida terrena de Jesús: su vida oculta, su vida comunitaria, su cercanía a los últimos, su pobreza y otras manifestaciones de su entrega por amor. Estas dos riquezas no desaparecen»[65]. Los Obispos de Canadá lo expresaron claramente mostrando que, en las enseñanzas bíblicas sobre el Jubileo, por ejemplo, no se trata solo de realizar algunas buenas obras sino de buscar un cambio social: «Para que las generaciones posteriores también fueran liberadas, claramente el objetivo debía ser la restauración de sistemas sociales y económicos justos para que ya no pudiera haber exclusión»[83]. [108] Sta. 106. Mike Schmitz). Podríamos pensar que damos gloria a Dios solo con el culto y la oración, o únicamente cumpliendo algunas normas éticas ―es verdad que el primado es la relación con Dios―, y olvidamos que el criterio para evaluar nuestra vida es ante todo lo que hicimos con los demás. Hch 5,41; Flp 1,29; Col 1,24; 2 Tm 1,12; 1 P 2,20; 4,14-16; Ap 2,10). San Pablo dice que lo que cuenta de verdad es «la fe que actúa por el amor» (Ga 5,6). 9. San Juan de la Cruz recomendaba «procurar andar siempre en la presencia de Dios, sea real, imaginaria o unitiva, de acuerdo con lo que le permitan las obras que esté haciendo»[109]. Sin ellas no hay humildad ni santidad. Te presentamos este video corto sobre el capítulo 1 de la Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco sobre el llamado a la santidad en el mundo actual. Puede haber muchas teorías sobre lo que es la santidad, abundantes explicaciones y distinciones. El Concilio Vaticano II lo destacó con fuerza: «Todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos . Aunque incluya la razón y la prudencia, las supera, porque se trata de entrever el misterio del proyecto único e irrepetible que Dios tiene para cada uno y que se realiza en medio de los más variados contextos y límites. ap. No requiere de capacidades especiales ni está reservado a los más inteligentes o instruidos, y el Padre se manifiesta con gusto a los humildes (cf. ap. En los procesos de beatificación y canonización se tienen en cuenta los signos de heroicidad en el ejercicio de las virtudes, la entrega de la vida en el martirio y también los casos en que se haya verificado un ofrecimiento de la propia vida por los demás, sostenido hasta la muerte. +1 año. 100. Te presentamos este video corto sobre el capítulo 1 de la Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco sobre el llamado a la santidad en el. Al contrario, la realidad es que la oración será más agradable a Dios y más santificadora si en ella, por la intercesión, intentamos vivir el doble mandamiento que nos dejó Jesús. Lc 10,30-37). Inténtalo escuchando a Dios en la oración y reconociendo los signos que él te da. Cuando san Francisco de Asís veía que algunos de sus discípulos enseñaban la doctrina, quiso evitar la tentación del gnosticismo. Entre él y nosotros la desigualdad no tiene medida»[58]. Depender de él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad. ¿Podemos reconocer que es precisamente eso lo que nos reclama Jesucristo cuando nos dice que a él mismo lo recibimos en cada forastero (cf. Ella «es la llave del cielo»[91]. Ex 34,6-9; Sb 11,23-12,2; Lc 6,36). Novo millennio ineunte (6 enero 2001), 49: AAS 93 (2001), 302. Pues, «¿qué es lo que queda?, ¿qué es lo que tiene valor en la vida?, ¿qué riquezas son las que no desaparecen? También el consumo de información superficial y las formas de comunicación rápida y virtual pueden ser un factor de atontamiento que se lleva todo nuestro tiempo y nos aleja de la carne sufriente de los hermanos. «Hambre y sed» son experiencias muy intensas, porque responden a necesidades primarias y tienen que ver con el instinto de sobrevivir. Los mismos recursos de distracción que invaden la vida actual nos llevan también a absolutizar el tiempo libre, en el cual podemos utilizar sin límites esos dispositivos que nos brindan entretenimiento o placeres efímeros[29]. La memoria de las acciones de Dios está en la base de la experiencia de la alianza entre Dios y su pueblo. En la medida en que se santifica, cada cristiano se vuelve más fecundo para el mundo. Exortação Apostólica Gaudete et Exsultate - Capítulo 1 Na reunião do dia 29/05/2018, a CVX Amar e Servir iniciou a reflexão e partilha da Exortação Apostólica Gaudete et Exsultate (GE), do Papa Francisco. No estoy hablando de la alegría consumista e individualista tan presente en algunas experiencias culturales de hoy. Gaudete et exsultate. 1 Co 13,2). 39. Tampoco la historia desaparece. How might we be more effective as catechists in sharing about 'the Saints next door'? No son palabras románticas, porque nuestro camino hacia la santidad es también una lucha constante. 102. Bez rejestrowania się i instalowania czegoś. Jesús mismo festeja nuestras victorias. ¿Eres un trabajador? La expresión utilizada allí no se refiere al mal en abstracto y su traducción más precisa es «el Malo». Cuando el Cardenal Francisco Javier Nguyên van Thuânestaba en la cárcel, renunció a desgastarse esperando su liberación. Pero hablamos de las persecuciones inevitables, no de las que podamos ocasionarnos nosotros mismos con un modo equivocado de tratar a los demás. Aun cuando la existencia de alguien haya sido un desastre, aun cuando lo veamos destruido por los vicios o las adicciones, Dios está en su vida. «Felices los que lloran, porque ellos serán consolados». Dios nos supera infinitamente, siempre es una sorpresa y no somos nosotros los que decidimos en qué circunstancia histórica encontrarlo, ya que no depende de nosotros determinar el tiempo y el lugar del encuentro. No es de esperar aquí un tratado académico o doctrinal sobre la santidad. Luego vive un momento de angustia, pero recuerda el amor de la Virgen María, toma el rosario y reza con fe. No es de esperar aquí un tratado sobre la santidad, con tantas definiciones y distinciones que podrían enriquecer este importante tema, o con análisis que podrían hacerse acerca de los medios de santificación. De otro modo, la santidad será solo palabras. En orden a evitarlo, es sano recordar frecuentemente que existe una jerarquía de virtudes, que nos invita a buscar lo esencial. Sal 139,23-24). Por lo tanto, no se trata de un invento de un Papa o de un delirio pasajero. En él somos santificados. «Felices los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia». Si nos dejamos guiar por el Espíritu más que por nuestros razonamientos, podemos y debemos buscar al Señor en toda vida humana. El santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor. Ante la contundencia de estos pedidos de Jesús es mi deber rogar a los cristianos que los acepten y reciban con sincera apertura, «sine glossa», es decir, sin comentario, sin elucubraciones y excusas que les quiten fuerza. Pero esta cooperación de ninguna manera hace que la justificación misma y la amistad con Dios se vuelvan objeto de un mérito humano. Depender de él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad. Hay momentos duros, tiempos de cruz, pero nada puede destruir la alegría sobrenatural, que «se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo»[100]. ¿Qué fue una nueva idea del Capítulo 1 que realmente se quedó contigo? The Catechism in a Year (with Fr. ap. 3. Y la respuesta fue que «al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos; los llenó a todos el Espíritu Santo, y predicaban con valentía la palabra de Dios» (Hch 4,31). Orientale lumen (2 mayo 1995), 16: AAS 87 (1995), 762. [65] Homilía durante el Jubileo de las personas socialmente excluidas (13 noviembre 2016): L’Osservatore Romano (14-15 noviembre 2016), p. 8. semanal en lengua española (18 octubre 2013), p. 12. Él ya está allí. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada. Dame, Señor, el sentido del humor. [123] Exhort. La Madre no necesita de muchas palabras, no le hace falta que nos esforcemos demasiado para explicarle lo que nos pasa. La comunidad que preserva los pequeños detalles del amor[107], donde los miembros se cuidan unos a otros y constituyen un espacio abierto y evangelizador, es lugar de la presencia del Resucitado que la va santificando según el proyecto del Padre. Esto da lugar también a verdaderas experiencias místicas vividas en comunidad, como fue el caso de san Benito y santa Escolástica, o aquel sublime encuentro espiritual que vivieron juntos san Agustín y su madre santa Mónica: «Cuando ya se acercaba el día de su muerte ―día por ti conocido, y que nosotros ignorábamos―, sucedió, por tus ocultos designios, como lo creo firmemente, que nos encontramos ella y yo solos, apoyados en una ventana que daba al jardín interior de la casa donde nos hospedábamos […]. Education. Si nos descuidamos nos seducirán fácilmente las falsas promesas del mal, porque, como decía el santo cura Brochero, «¿qué importa que Lucifer os prometa liberar y aun os arroje al seno de todos sus bienes, si son bienes engañosos, si son bienes envenenados?»[122]. What was one new insight from Chapter 1 that really stuck with you? Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 94: AAS 105 (2013), 1059. Quiero recordar que en la Iglesia conviven lícitamente distintas maneras de interpretar muchos aspectos de la doctrina y de la vida cristiana que, en su variedad, «ayudan a explicitar mejor el riquísimo tesoro de la Palabra». Se manifiesta en muchas actitudes aparentemente distintas: la obsesión por la ley, la fascinación por mostrar conquistas sociales y políticas, la ostentación en el cuidado de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, la vanagloria ligada a la gestión de asuntos prácticos, el embeleso por las dinámicas de autoayuda y de realización autorreferencial. Sal 119,103) y «espada de doble filo» (Hb 4,12), nos permite detenernos a escuchar al Maestro para que sea lámpara para nuestros pasos, luz en nuestro camino (cf. «Nos alegramos siendo débiles, con tal de que vosotros seáis fuertes» (2 Co 13,9). Es verdad que hay que abrir la puerta del corazón a Jesucristo, porque él golpea y llama (cf. 122. ap. 22. [15] S. Francisco de Sales, Tratado del amor a Dios, VIII, 11. 99. No todo lo que dice un santo es plenamente fiel al Evangelio, no todo lo que hace es auténtico o perfecto. 43. No es sano amar el silencio y rehuir el encuentro con el otro, desear el descanso y rechazar la actividad, buscar la oración y menospreciar el servicio. Él pedía a los discípulos que cuando llegaran a un hogar dijeran: «Paz a esta casa» (Lc 10,5). El mundo no quiere llorar: prefiere ignorar las situaciones dolorosas, cubrirlas, esconderlas. Pertenece al corazón y a la identidad misma de la vida cristiana. 128. ‎Show Exhortación Apostólica: "Gaudete et exsultate", Ep Capítulo 1: El llamado a la Santidad, Los santos de la puerta de al lado - May 15, 2018 Audacia, entusiasmo, hablar con libertad, fervor apostólico, todo eso se incluye en el vocablo parresía, palabra con la que la Biblia expresa también la libertad de una existencia que está abierta, porque se encuentra disponible para Dios y para los demás (cf. 63. Sin embargo, lo que quisiera recordar con esta Exhortación es sobre todo el llamado a la santidad que el Señor hace a cada uno de nosotros, ese llamado que te dirige también a ti: «Sed santos, porque yo soy santo» (Lv 11,45; cf. Ella es la que se estremecía de gozo en la presencia de Dios, la que conservaba todo en su corazón y se dejó atravesar por la espada. ap. Pero esta mujer dice en su interior: «No, no hablaré mal de nadie». No tengas miedo de la santidad. (Resumen) Introducción. En definitiva, se trata de una superficialidad vanidosa: mucho movimiento en la superficie de la mente, pero no se mueve ni se conmueve la profundidad del pensamiento. Esto se refleja en santa Josefina Bakhita, quien fue «secuestrada y vendida como esclava a la tierna edad de siete años, sufrió mucho en manos de amos crueles. S. Buenaventura, Las seis alas del Serafín 3, 8: «Non omnes omnia possunt». Quiero remarcar una vez más que, si bien la misericordia no excluye la justicia y la verdad, «ante todo tenemos que decir que la misericordia es la plenitud de la justicia y la manifestación más luminosa de la verdad de Dios»[90]. La corrupción espiritual es peor que la caída de un pecador, porque se trata de una ceguera cómoda y autosuficiente donde todo termina pareciendo lícito: el engaño, la calumnia, el egoísmo y tantas formas sutiles de autorreferencialidad, ya que «el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz» (2 Co 11,14). Exhortación Apostólica: "Gaudete et exsultate" Capítulo 1: El llamado a la Santidad, los santos que nos alimentan y acompañan. Conciben una mente sin encarnación, incapaz de tocar la carne sufriente de Cristo en los otros, encorsetada en una enciclopedia de abstracciones. Lo que más hay que cuidar es el corazón (cf. II, Const. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 11. A veces se vuelve especialmente engañosa cuando se disfraza de una espiritualidad desencarnada. Lumen gentium, sobre la Iglesia, 9. Once your Powtoon is ready to be downloaded we’ll send you an email. ¿Acaso el Espíritu Santo puede lanzarnos a cumplir una misión y al mismo tiempo pedirnos que escapemos de ella, o que evitemos entregarnos totalmente para preservar la paz interior? Y sabe que si no ejercitas esto, no llegarás a la verdadera caridad ni aprovecharás en ella»[97]. Esa persona es consolada, pero con el consuelo de Jesús y no con el del mundo. Tertio millennio adveniente (10 noviembre 1994), 37: AAS 87 (1995), 29. 1970. [33] Veamos estas dos formas de seguridad doctrinal o disciplinaria que dan lugar «a un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en controlar. Porque las constantes novedades de los recursos tecnológicos, el atractivo de los viajes, las innumerables ofertas para el consumo, a veces no dejan espacios vacíos donde resuene la voz de Dios. CAPÍTULO QUINTO COMBATE, VIGILANCIA Y DISCERNIMIENTO. Su presencia está en la primera página de las Escrituras, que acaban con la victoria de Dios sobre el demonio[120]. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada. Exhortación Apostólica "Gaudete et Exultate". De este modo, todos los momentos serán escalones en nuestro camino de santificación. 164. En este camino, el desarrollo de lo bueno, la maduración espiritual y el crecimiento del amor son el mejor contrapeso ante el mal. Likes. María, que supo descubrir la novedad que Jesús traía, cantaba: «Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador» (Lc 1,47) y el mismo Jesús «se llenó de alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Todo esto es importante. Capítulo 1: El llamado a la Santidad, Los santos de la puerta de al lado, Exhortación Apostólica: "Gaudete et exsultate". Por eso nadie se salva solo, como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que se establecen en la comunidad humana: Dios quiso entrar en una dinámica popular, en la dinámica de un pueblo. 10. El designio del Padre es Cristo, y nosotros en él. Precisamente, la convicción de que este poder maligno está entre nosotros, es lo que nos permite entender por qué a veces el mal tiene tanta fuerza destructiva. De esa manera, se suele reducir y encorsetar el Evangelio, quitándole su sencillez cautivante y su sal. Se trata de ofrecernos a él que nos primerea, de entregarle nuestras capacidades, nuestro empeño, nuestra lucha contra el mal y nuestra creatividad, para que su don gratuito crezca y se desarrolle en nosotros: «Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, a que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios» (Rm 12,1). Esta lucha es muy bella, porque nos permite celebrar cada vez que el Señor vence en nuestra vida. 20. Y la paz de Dios, que supera todo juicio, custodiará vuestros corazones» (Flp 4,6-7). Mateo lo resume en una regla de oro: «Todo lo que queráis que haga la gente con vosotros, hacedlo vosotros con ella» (7,12). Vivir o trabajar con otros es sin duda un camino de desarrollo espiritual. 107. Mt 25,35)? La realidad nos muestra qué fácil es entrar en las pandillas de la corrupción, formar parte de esa política cotidiana del «doy para que me den», donde todo es negocio. 45. Sin embargo, las dificultades pueden ser como la tormenta, la ballena, el gusano que secó el ricino de Jonás, o el viento y el sol que le quemaron la cabeza; y lo mismo que para él, pueden tener la función de hacernos volver a ese Dios que es ternura y que quiere llevarnos a una itinerancia constante y renovadora. Y cuando lo recibimos en la comunión, renovamos nuestra alianza con él y le permitimos que realice más y más su obra transformadora. El objetivo de este texto es "hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual.". Pero no podremos celebrar con gratitud el regalo gratuito de la amistad con el Señor si no reconocemos que aun nuestra existencia terrena y nuestras capacidades naturales son un regalo. Nadie resiste si opta por quedarse en un punto muerto, si se conforma con poco, si deja de soñar con ofrecerle al Señor una entrega más bella. 26. 89. Te presentamos este video corto sobre el capítulo 1 de la Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco sobre el llamado a la santidad en el mundo actual. ¿Estás casado? «Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén» (Is 40,9). La Palabra de Dios exhorta a cada creyente para que busque la paz junto con todos (cf. Tampoco se reduce a una lucha contra la propia fragilidad y las propias inclinaciones (cada uno tiene la suya: la pereza, la lujuria, la envidia, los celos, y demás). [30] S. Juan Pablo II, Homilía en la Misa de canonización (1 octubre 2000), 5: AAS 92 (2000), 852. La medida que apliquemos para dar, se nos aplicará en el cielo para recompensarnos. La parresía es sello del Espíritu, testimonio de la autenticidad del anuncio. Summa Theologiae II-II, q.30, a.4. 47. [16] Cinco panes y dos peces: un gozoso testimonio de fe desde el sufrimiento en la cárcel, México 19999, 21. 98. El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la . Quien no quiera reconocerlo se verá expuesto al fracaso o a la mediocridad. El «peregrino ruso», que caminaba en oración continua, cuenta que esa oración no lo separaba de la realidad externa: «Cuando me encontraba con la gente, me parecía que eran todos tan amables como si fueran mi propia familia. Si vivimos tensos, engreídos ante los demás, terminamos cansados y agotados. [99] Sto. 28. Como no encuentran algo grave que reprocharse, no advierten esa tibieza que poco a poco se va apoderando de su vida espiritual y terminan desgastándose y corrompiéndose. En realidad, la doctrina, o mejor, nuestra comprensión y expresión de ella, «no es un sistema cerrado, privado de dinámicas capaces de generar interrogantes, dudas, cuestionamientos», y «las preguntas de nuestro pueblo, sus angustias, sus peleas, sus sueños, sus luchas, sus preocupaciones, poseen valor hermenéutico que no podemos ignorar si queremos tomar en serio el principio de encarnación. [115] Relatos de un peregrino ruso, Buenos Aires 1990, 25.96. Aferrados a él nos animamos a poner todos nuestros carismas al servicio de los otros. Es lo que él practicaba con sus propios discípulos y lo que contemplamos en su entrada a Jerusalén: «Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una borrica» (Mt 21,5; cf. San Juan de la Cruz decía a un discípulo: estás viviendo con otros «para que te labren y ejerciten»[104]. CAPÍTULO SEGUNDO DOS SUTILES ENEMIGOS DE LA SANTIDAD. [110] Id., Avisos a un religioso para alcanzar la perfección, 9b. 2c: L’Osservatore Romano (12 julio 2017), p. 8. 82. Y abríamos la boca de nuestro corazón, ávidos de las corrientes de tu fuente, la fuente de vida que hay en ti […]. Ella «es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia»[89]. ¿Cómo podríamos ser más efectivos como catequistas al compartir sobre 'los santos de al lado'? 51. 136. Pero a veces me pregunto si, por el aire irrespirable de nuestra autorreferencialidad, Jesús no estará ya dentro de nosotros golpeando para que lo dejemos salir. [102] Exhort. Tu identificación con Cristo y sus deseos, implica el empeño por construir, con él, ese reino de amor, justicia y paz para todos. El amor fraterno multiplica nuestra capacidad de gozo, ya que nos vuelve capaces de gozar con el bien de los otros: «Alegraos con los que están alegres» (Rm 12,15). Nos quiere positivos, agradecidos y no demasiado complicados: «En tiempo de prosperidad disfruta […]. Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales[14]. 1¿porque se dice que cada sacramento es una fuente de luz? 114. 2 Tm 2,22), porque «el fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz» (St 3,18). Se sale del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se niega a reconocer su existencia; o bien quien hace de ella un principio que existe por sí y que no tiene, como cualquier otra criatura, su origen en Dios; o bien la explica como una pseudorrealidad, una personificación conceptual y fantástica de las causas desconocidas de nuestras desgracias». 27. Entonces, me atrevo a preguntarte: ¿Hay momentos en los que te pones en su presencia en silencio, permaneces con él sin prisas, y te dejas mirar por él? Hoy día, el hábito del discernimiento se ha vuelto particularmente necesario. 131. Es posible navegar en dos o tres pantallas simultáneamente e interactuar al mismo tiempo en diferentes escenarios virtuales. 119. Todas nuestras justicias tienen manchas a tus ojos»[60]. Aun cuando uno defienda su fe y sus convicciones debe hacerlo con mansedumbre (cf. Lc 12,16-21). Gracias a Dios, a lo largo de la historia de la Iglesia quedó muy claro que lo que mide la perfección de las personas es su grado de caridad, no la cantidad de datos y conocimientos que acumulen. [1] Benedicto XVI, Homilía en el solemne inicio del ministerio petrino (24 abril 2005): AAS 97 (2005), 708. 55. Todo puede ser aceptado e integrado como parte de la propia existencia en este mundo, y se incorpora en el camino de santificación. Centesimus annus (1 mayo 1991), 41c: AAS 83 (1991), 844-845. Esto no implica despreciar los momentos de quietud, soledad y silencio ante Dios. Tomás de Aquino, Summa Theologiae I-II, q.70, a.3. Así, bajo el impulso de la gracia divina, con muchos gestos vamos construyendo esa figura de santidad que Dios quería, pero no como seres autosuficientes sino «como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios» (1 P 4,10). Así está realmente disponible para acoger un llamado que rompe sus seguridades pero que lo lleva a una vida mejor, porque no basta que todo vaya bien, que todo esté tranquilo. [95] Hay muchas formas de bullying que, aunque parezcan elegantes o respetuosas e incluso muy espirituales, provocan mucho sufrimiento en la autoestima de los demás. [71] Catecismo de la Iglesia Católica, 1789; cf. En el fondo la santidad es vivir en unión con él los misterios de su vida. Homilía en la Misa de la Casa Santa Marta (9 junio 2014): L’Osservatore Romano, ed. 127. [113] Discurso en el V Congreso de la Iglesia italiana, Florencia (10 noviembre 2015): AAS 107 (2015), 1284. Cuando los Apóstoles sintieron la tentación de dejarse paralizar por los temores y peligros, se pusieron a orar juntos pidiendo la parresía: «Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos predicar tu palabra con toda valentía» (Hch 4,29). [82] Recordemos la reacción del buen samaritano ante el hombre que unos bandidos dejaron medio muerto al borde del camino (cf. Cuando él pasaba «toda la gente se alegraba» (Lc 13,17). [120] Cf. Desafiemos la costumbre, abramos bien los ojos y los oídos, y sobre todo el corazón, para dejarnos descolocar por lo que sucede a nuestro alrededor y por el grito de la Palabra viva y eficaz del Resucitado. Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. Esto ocurría en la comunidad santa que formaron Jesús, María y José, donde se reflejó de manera paradigmática la belleza de la comunión trinitaria. El encuentro con Jesús en las Escrituras nos lleva a la Eucaristía, donde esa misma Palabra alcanza su máxima eficacia, porque es presencia real del que es la Palabra viva. 146. En todo caso, hay que mantener un espíritu flexible, y hacer como san Pablo: «Yo he aprendido a bastarme con lo que tengo» (Flp 4,11). Como no puedes entender a Cristo sin el reino que él vino a traer, tu propia misión es inseparable de la construcción de ese reino: «Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia» (Mt 6,33). Porque el gnosticismo «por su propia naturaleza quiere domesticar el misterio»[38], tanto el misterio de Dios y de su gracia, como el misterio de la vida de los demás. 66. Pero en realidad, eso que creemos saber debería ser siempre una motivación para responder mejor al amor de Dios, porque «se aprende para vivir: teología y santidad son un binomio inseparable»[42]. 71. Miremos a Jesús: su compasión entrañable no era algo que lo ensimismara, no era una compasión paralizante, tímida o avergonzada como muchas veces nos sucede a nosotros, sino todo lo contrario. Suele escucharse que, frente al relativismo y a los límites del mundo actual, sería un asunto menor la situación de los migrantes, por ejemplo. Si buscamos esa santidad que agrada a los ojos de Dios, en este texto hallamos precisamente un protocolo sobre el cual seremos juzgados: «Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme» (25,35-36). Jesús nos primerea en el corazón de aquel hermano, en su carne herida, en su vida oprimida, en su alma oscurecida. [39] Exhort. «Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa»(Sal 84,11). Aceptar cada día el camino del Evangelio aunque nos traiga problemas, esto es santidad. Procura ejercitarlo más con los que menos te caen en gracia. [83] Conferencia Canadiense de Obispos Católicos. No me refiero a los racionalistas enemigos de la fe cristiana. 97. Y cuánta gente sufre por las injusticias, cuántos se quedan observando impotentes cómo los demás se turnan para repartirse la torta de la vida. Es cierto que la palabra «justicia» puede ser sinónimo de fidelidad a la voluntad de Dios con toda nuestra vida, pero si le damos un sentido muy general olvidamos que se manifiesta especialmente en la justicia con los desamparados: «Buscad la justicia, socorred al oprimido, proteged el derecho del huérfano, defended a la viuda» (Is 1,17). Esa es la dinámica que brota del verdadero encuentro. Él dijo: «Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas» (Mt 11,29). Pablo menciona la mansedumbre como un fruto del Espíritu Santo (cf. La costumbre nos seduce y nos dice que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación, que siempre ha sido así y que, sin embargo, sobrevivimos. Pero hace falta pedirle al Espíritu Santo que nos libere y que expulse ese miedo que nos lleva a vedarle su entrada en algunos aspectos de la propia vida. de Trento, Ses. Mt 5,3-12)[67]. 154. 83. 85. ¡Que el Señor libere a la Iglesia de las nuevas formas de gnosticismo y de pelagianismo que la complican y la detienen en su camino hacia la santidad! Entonces impedimos que actúe el soplo del Espíritu. Para todo discípulo es indispensable estar con el Maestro, escucharle, aprender de él, siempre aprender. En definitiva, Cristo «es nuestra paz» (Ef 2,14), vino a «guiar nuestros pasos por el camino de la paz» (Lc 1,79). Lc 6,20), y así nos invita también a una existencia austera y despojada. Después de su resurrección, donde llegaban los discípulos había una gran alegría (cf. No está en juego solo un bienestar temporal, ni la satisfacción de hacer algo útil, ni siquiera el deseo de tener la conciencia tranquila. Dios puede estar ofreciendo algo más, y en nuestra distracción cómoda no lo reconocemos. 59. Capítulo segundo: El gnosticismo actual. Como el profeta Jonás, siempre llevamos latente la tentación de huir a un lugar seguro que puede tener muchos nombres: individualismo, espiritualismo, encerramiento en pequeños mundos, dependencia, instalación, repetición de esquemas ya prefijados, dogmatismo, nostalgia, pesimismo, refugio en las normas. Es interesante advertir que en este texto el beato Pablo VI une íntimamente la alegría a la parresía. Fue incondicional y permaneció fiel. La súplica de intercesión tiene un valor particular, porque es un acto de confianza en Dios y al mismo tiempo una expresión de amor al prójimo. 49. De hecho, en la Biblia suele usarse la misma palabra anawin para referirse a los pobres y a los mansos. El Señor nos dejó bien claro que la santidad no puede entenderse ni vivirse al margen de estas exigencias suyas, porque la misericordia es «el corazón palpitante del Evangelio»[81]. Pero dejemos que el Señor venga a despertarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, a liberarnos de la inercia. Pretenderlo sería confiar demasiado en nosotros mismos. Capítulo segundo: El gnosticismo actual. postsin. Concédeme la gracia de comprender las bromas, para que conozca en la vida un poco de alegría y pueda comunicársela a los demás. Como no puedes entender a Cristo sin el reino que él vino a traer, tu propia misión es inseparable de la construcción de ese reino: «Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia» (Mt 6,33). «Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos». No puedo expresar lo que pasó por mi alma. Misteriosa y pavorosa. [24] Benedicto XVI, Catequesis (13 abril 2011): L’Osservatore Romano, ed. Jesús nos enseñó a pedir cotidianamente esa liberación para que su poder no nos domine. [48] Sto. 13. Pero estas experiencias no son lo más frecuente, ni lo más importante. Jesús recuerda cuánta gente es perseguida y ha sido perseguida sencillamente por haber luchado por la justicia, por haber vivido sus compromisos con Dios y con los demás. Tal vez nos resistimos a salir de un territorio que nos era conocido y manejable. [74] En algunas ocasiones puede ser necesario conversar acerca de las dificultades de algún hermano. [62] Esta es, en definitiva, la doctrina católica acerca del «mérito» posterior a la justificación: se trata de la cooperación del justificado para el crecimiento de la vida de la gracia (cf. Recordemos que «es la contemplación del rostro de Jesús muerto y resucitado la que recompone nuestra humanidad, también la que está fragmentada por las fatigas de la vida, o marcada por el pecado. Es llamativo que a veces, pretendiendo defender otros mandamientos, se pasa por alto completamente el octavo: «No levantar falso testimonio ni mentir», y se destroza la imagen ajena sin piedad. [14] Cf. ap. Entonces no caigamos en la tentación de buscar la seguridad interior en los éxitos, en los placeres vacíos, en las posesiones, en el dominio sobre los demás o en la imagen social: «Os doy mi paz; pero no como la da el mundo» (Jn 14,27). Solamente a partir del don de Dios, libremente acogido y humildemente recibido, podemos cooperar con nuestros esfuerzos para dejarnos transformar más y más[62]. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 197: AAS 105 (2013), 1103. 93. 78. Son dos herejías que surgieron en los primeros siglos cristianos, pero que siguen teniendo alarmante actualidad. Al mismo tiempo, el discernimiento nos lleva a reconocer los medios concretos que el Señor predispone en su misterioso plan de amor, para que no nos quedemos solo en las buenas intenciones. Una tarea movida por la ansiedad, el orgullo, la necesidad de aparecer y de dominar, ciertamente no será santificadora. Con mayor dificultad todavía logramos expresarla. [6] Vida escondida y epifanía, en Obras Completas V, Burgos 2007, 637. Por lo tanto, «la santidad se mide por la estatura que Cristo alcanza en nosotros, por el grado como, con la fuerza del Espíritu Santo, modelamos toda nuestra vida según la suya»[25]. S. Bernardo, Sermones sobre el Cantar de los Cantares 61, 3-5: PL 183, 1071-1073. Del mismo modo, hay muchos matrimonios santos, donde cada uno fue un instrumento de Cristo para la santificación del cónyuge. 67. 91. santidad, [60] Sta. Tampoco se puede pretender definir dónde no está Dios, porque él está misteriosamente en la vida de toda persona, está en la vida de cada uno como él quiere, y no podemos negarlo con nuestras supuestas certezas. Mi humilde objetivo es hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades. 8: DH 1532. Exhort. Pidamos al Señor la gracia de no vacilar cuando el Espíritu nos reclame que demos un paso adelante, pidamos el valor apostólico de comunicar el Evangelio a los demás y de renunciar a hacer de nuestra vida cristiana un museo de recuerdos. Por otra parte, la Iglesia siempre enseñó que solo la caridad hace posible el crecimiento en la vida de la gracia, porque si no tengo caridad, no soy nada (cf. No tengas miedo de apuntar más alto, de dejarte amar y liberar por Dios. En último término, es Cristo amando en nosotros, porque «la santidad no es sino la caridad plenamente vivida»[24]. 173. Permitámosle que nos golpee con sus palabras, que nos desafíe, que nos interpele a un cambio real de vida. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 218: AAS 105 (2013), 1110. Por tanto, pido a todos los cristianos que no dejen de hacer cada día, en diálogo con el Señor que nos ama, un sincero «examen de conciencia». [2] Supone de todos modos que haya fama de santidad y un ejercicio, al menos en grado ordinario, de las virtudes cristianas: cf. No digo que la humillación sea algo agradable, porque eso sería masoquismo, sino que se trata de un camino para imitar a Jesús y crecer en la unión con él. Volvamos a escuchar a Jesús, con todo el amor y el respeto que merece el Maestro. II, Const. Homilía en la Misa de la Casa Santa Marta (11 octubre 2013): L’Osservatore Romano, ed. San Buenaventura, por otra parte, advertía que la verdadera sabiduría cristiana no se debe desconectar de la misericordia hacia el prójimo: «La mayor sabiduría que puede existir consiste en difundir fructuosamente lo que uno tiene para dar, lo que se le ha dado precisamente para que lo dispense. 176. 24. Algo semejante plantea el Antiguo Testamento cuando dice: «No maltratarás ni oprimirás al emigrante, pues emigrantes fuisteis vosotros en la tierra de Egipto» (Ex 22,20). [61] Lucio Gera, “Sobre el misterio del pobre”, en P. Grelot-L. Gera-A. 155. El discernimiento de espíritus nos libera de la rigidez, que no tiene lugar ante el perenne hoy del Resucitado. Gaudete et exultate capítulo tercero a la luz del maestro 2. [33] Cf. Flp 2,6-8; Jn 1,14). [41] Exhort. No puedo dejar de recordar aquella pregunta que se hacía santo Tomás de Aquino cuando se planteaba cuáles son nuestras acciones más grandes, cuáles son las obras externas que mejor manifiestan nuestro amor a Dios. Por eso, si nos atrevemos a llegar a las periferias, allí lo encontraremos, él ya estará allí. Esta bienaventuranza se refiere a quienes tienen un corazón sencillo, puro, sin suciedad, porque un corazón que sabe amar no deja entrar en su vida algo que atente contra ese amor, algo que lo debilite o lo ponga en riesgo. Entonces escribió esto a san Antonio de Padua: «Me agrada que enseñes sagrada teología a los hermanos con tal que, en el estudio de la misma, no apagues el espíritu de oración y devoción»[43]. Dentro de las formas variadas, quiero destacar que el «genio femenino» también se manifiesta en estilos femeninos de santidad, indispensables para reflejar la santidad de Dios en este mundo. Saber llorar con los demás, esto es santidad. Nosotros llegamos a comprender muy pobremente la verdad que recibimos del Señor. 68. [116] Cf. Es una seguridad interior, una serenidad esperanzada que brinda una satisfacción espiritual incomprensible para los parámetros mundanos. Algunos católicos afirman que es un tema secundario al lado de los temas «serios» de la bioética. [10] Const. Jesús mismo nos lo dijo en la parábola del rico insensato, de ese hombre seguro que, como necio, no pensaba que podría morir ese mismo día (cf. A nosotros, Jesús nos da una seguridad: «Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. Ese es otro paso. [40] Videomensaje al Congreso internacional de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina (1-3 septiembre 2015): AAS 107 (2015), 980. Sal 37,9.11). 116. Esa misión tiene su sentido pleno en Cristo y solo se entiende desde él. Recent Posts Por la misma razón, en Evangelii gaudium quise concluir con una espiritualidad de la misión, en Laudato si’ con una espiritualidad ecológica y en Amoris laetitia con una espiritualidad de la vida familiar. La gracia, precisamente porque supone nuestra naturaleza, no nos hace superhombres de golpe. Una enseñanza de la Iglesia muchas veces olvidada. Al mismo tiempo, la santidad es parresía: es audacia, es empuje evangelizador que deja una marca en este mundo. El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Sembrar paz a nuestro alrededor, esto es santidad. En la vida del pueblo fiel de Dios encontramos mucha súplica llena de ternura creyente y de profunda confianza. En la carta a los Hebreos se mencionan distintos testimonios que nos animan a que «corramos, con constancia, en la carrera que nos toca» (12,1). Él mismo se hizo periferia (cf. Santo Tomás de Aquino nos recordaba que los preceptos añadidos al Evangelio por la Iglesia deben exigirse con moderación «para no hacer pesada la vida a los fieles», porque así «se convertiría nuestra religión en una esclavitud»[64]. Los que responden a esta mentalidad pelagiana o semipelagiana, aunque hablen de la gracia de Dios con discursos edulcorados «en el fondo solo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros por cumplir determinadas normas o por ser inquebrantablemente fieles a cierto estilo católico»[46]. Capítulo segundo: El gnosticismo actual. [19] Catecismo de la Iglesia Católica, 515. 177. No nos hace bien mirar desde arriba, colocarnos en el lugar de jueces sin piedad, considerar a los otros como indignos y pretender dar lecciones permanentemente. También después de la resurrección, cuando los discípulos salieron a predicar por todas partes, «el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban» (Mc 16,20). Esto es parte del misterio que las mentalidades gnósticas terminan rechazando, porque no lo pueden controlar. Pensemos, por ejemplo, en los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de María, en las siete beatas religiosas del primer monasterio de la Visitación de Madrid, en san Pablo Miki y compañeros mártires en Japón, en san Andrés Kim Taegon y compañeros mártires en Corea, en san Roque González, san Alfonso Rodríguez y compañeros mártires en Sudamérica. Exhortación apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco sobre la santidad en el mundo actual. A exortação tem foco nos desafios de ser santos no mundo atual, com indicações sobre como viver a santidade - um chamado que é . Buscar la justicia con hambre y sed, esto es santidad. [3] Conc. 33. Sin embargo, logra subyugar a algunos con una fascinación engañosa, porque el equilibrio gnóstico es formal y supuestamente aséptico, y puede asumir el aspecto de una cierta armonía o de un orden que lo abarca todo. Algunos desisten de luchar por la verdadera justicia, y optan por subirse al carro del vencedor. Una condición esencial para el progreso en el discernimiento es educarse en la paciencia de Dios y en sus tiempos, que nunca son los nuestros. La santificación es un camino comunitario, de dos en dos. 133. «Si un emigrante reside con vosotros en vuestro país, no lo oprimiréis. 16. 31. Será difícil que nos ocupemos y dediquemos energías a dar una mano a los que están mal si no cultivamos una cierta austeridad, si no luchamos contra esa fiebre que nos impone la sociedad de consumo para vendernos cosas, y que termina convirtiéndonos en pobres insatisfechos que quieren tenerlo todo y probarlo todo. Cuando encuentro a una persona durmiendo a la intemperie, en una noche fría, puedo sentir que ese bulto es un imprevisto que me interrumpe, un delincuente ocioso, un estorbo en mi camino, un aguijón molesto para mi conciencia, un problema que deben resolver los políticos, y quizá hasta una basura que ensucia el espacio público. Capítulo segundo: El gnosticismo actual. Así como lamenta «la falta de alegría y de esperanza», exalta la «dulce y confortadora alegría de evangelizar» que está unida a «un ímpetu interior que nadie ni nada sea capaz de extinguir», para que el mundo no reciba el Evangelio «a través de evangelizadores tristes y desalentados». Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento, las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no permitas que sufra excesivamente por esa cosa tan dominante que se llama yo. Es necesario pensar que todos nosotros somos un ejército de perdonados. Al contrario. Ojalá puedas reconocer cuál es esa palabra, ese mensaje de Jesús que Dios quiere decir al mundo con tu vida. What was one new insight from Chapter 1 that really stuck with you? Alegraos y regocijaos» (Mt 5,12), dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa.. 03:48. Nos hace falta un espíritu de santidad que impregne tanto la soledad como el servicio, tanto la intimidad como la tarea evangelizadora, de manera que cada instante sea expresión de amor entregado bajo la mirada del Señor. La vida cristiana es un combate permanente. Él no necesita nuestros sacrificios, pero quiere que se los ofrezcamos por nuestra devoción y para la utilidad del prójimo. ¡No tiene miedo! Si de verdad reconocemos que Dios existe no podemos dejar de adorarlo, a veces en un silencio lleno de admiración, o de cantarle en festiva alabanza. El pequeño detalle de tener aceite de repuesto para las lámparas por si el novio se demora. [53] Cf. El emigrante que reside entre vosotros será para vosotros como el indígena: lo amarás como a ti mismo, porque emigrantes fuisteis en Egipto» (Lv 19,33-34). 76. 137. Estamos llamados a cuidar atentamente la caridad: «El que ama ha cumplido el resto de la ley […] por eso la plenitud de la ley es el amor» (Rm 13,8.10). Quizá su vida no fue siempre perfecta, pero aun en medio de imperfecciones y caídas siguieron adelante y agradaron al Señor. Como bien nos recordaron los Obispos de India: «La devoción a la Palabra de Dios no es solo una de muchas devociones, hermosa pero algo opcional. Para un cristiano no es posible pensar en la propia misión en la tierra sin concebirla como un camino de santidad, porque «esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1 Ts 4,3). No aceptaremos la existencia del diablo si nos empeñamos en mirar la vida solo con criterios empíricos y sin sentido sobrenatural. ¿O acaso puede entenderse la santidad al margen de este reconocimiento vivo de la dignidad de todo ser humano?[82]. Y cuáles sean las almas a las que hemos de agradecer los acontecimientos decisivos de nuestra vida personal, es algo que solo sabremos el día en que todo lo oculto será revelado»[6]. Hay que recordar que el discernimiento orante requiere partir de una disposición a escuchar: al Señor, a los demás, a la realidad misma que siempre nos desafía de maneras nuevas. semanal en lengua española (13 junio 2014), p. 11. 62. Nos lleva allí donde está la humanidad más herida y donde los seres humanos, por debajo de la apariencia de la superficialidad y el conformismo, siguen buscando la respuesta a la pregunta por el sentido de la vida. Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. En una sociedad así, alienada, atrapada en una trama política, mediática, económica, cultural e incluso religiosa que impide un auténtico desarrollo humano y social, se vuelve difícil vivir las bienaventuranzas, llegando incluso a ser algo mal visto, sospechado, ridiculizado. Esto puede ocurrir dentro de la Iglesia, tanto en los laicos de las parroquias como en quienes enseñan filosofía o teología en centros de formación. En este caso, detrás de la ortodoxia, nuestras actitudes pueden no corresponder a lo que afirmamos sobre la necesidad de la gracia, y en los hechos terminamos confiando poco en ella. [51] Cf. Les classes moyennes du Salut, París 1958. Parte 2. «Romped a cantar, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de los desamparados» (Is 49,13). Mike Schmitz), The Bible in a Year (with Fr. Lo que hay que contemplar es el conjunto de su vida, su camino entero de santificación, esa figura que refleja algo de Jesucristo y que resulta cuando uno logra componer el sentido de la totalidad de su persona[26]. Post not marked as liked 2. Si Dios ha querido entrar en la historia, la oración está tejida de recuerdos. 129. San Pablo, en medio de su himno a la caridad, recuerda que «ahora vemos como en un espejo, confusamente» (1 Co 13,12), pero en la medida que reine de verdad el amor, nos volveremos capaces de ver «cara a cara» (ibíd.).